Escapada romántica al Caribe

O bien una semana en la Roma eterna; a culturizarse un poco.Aprovechando que la Puri ha cortado con su novio -o que no lo tiene claro, dice-. A follar con desesperación entre sucias sábanas de pensiones hendiondas de edificios con abolengo con cincuentones revenidos. Poniendo los condones. Que no los regala la compañía.



En Cuba, para los Pepes y Manolos, los condones ya los ponen ellas. Son cajas de almax las que abultan solapas y pecheras. O ellos, que los negritos también se han puesto de moda para las Marujas que ya no se andan con ridiculos disimulos. Y aun cuando los paquetes no son aquellos que rompían las costuras de sus sueños profundos inmunizados de ronquidos y pedos del poquita cosa que recuerdan tener a su lado.



La cultura y el romanticismos se ha puesto de moda de forma inopinada.

Todo es lo mismo (carne de cañón incombustible)

Nadie ya me espera en ningún lugar.

Yo tampoco nada espero de vosotros. Y ya nada ansío.

Acaso volver a recobrar la ilusión por el fútbol. Que me emborrache el vino.

Que me parta un rayo.

Aun cuando veo que queda cera por arder. Pero yo ya no me quemo.

Que acabe esto pronto.

Pero no gangrena la carne de cañón.

Siempre firme, siempre tersa.

Siempre dispuesta para el trallazo alevoso.

Sin doblar nunca la espalda,